Cenizas quedan

Y mientras tanto sigo observando, mirando como ahí afuera os matais por conseguir nada, por relevar la suerte de aquel desafortunado conocido que volvió a caer en otro error. No sabéis que realmente no se puede vivir la vida de aquella persona que no está en la vuestra aunque todo tiene una explicación y la vuestra no es, ni más ni menos, que extrañáis a aquella o aquellas persona a las que intentais día tras día hundir. En otro lugar no muy lejos del vuestro, se vive una vida normal, una vida tranquila, sin alterar nada del círculo del que se ve rodeado, una vida llena de felicidad y tranquilidad, una vida digna de ser escrita y esa vida es la que tanto envidiais, aquella vida que os gustaría llevar por que os encantaría salir a la calle y ver que todo era como antes o mejor dicho que todo sigue siendo como esa persona quiere que vaya mientras ustedes seguís viviendo en un pasado. No hay que esforzarse, no hay que tirar la toalla puesto que nadie dijo que iba a ser fácil pero si hay que vivir la vida como si no hubiera nada más, no te pares a pensar que estará haciendo la otra persona, no te obsesiones con quedar por encima de nadie puesto que no somos más que polvo, sí, al fin y al cabo terminaremos siendo polvo y mientras vivimos solo pensamos en que a la persona que menos nos gusta le llegue ese fin, le llegue ese punto y final pero a veces, la vida nos dá un revés y es ahí, cuando estás débil, cuando no puedes más, cuando no te quedan fuerzas para levantarte, es ahí cuando tienes que pensar que estás haciendo mal si eres víctima o verdugo, es ahí cuando tienes que pensar que todo lo que se hace, tarde o temprano se paga, es ahí cuando tienes que admitir que donde hubo fuego, solo quedan cenizas