miércoles, 23 de marzo de 2011

De vuelta

Me levanto de la cama otro día más, vuelvo hacer prácticamente lo mismo a lo largo de la mañana y la rutina se repite en el transcurso del día, reafirmando aquella frase hecha que dice "la vida da más vueltas que una noria" así pasan mís días, te encuentras abajo del todo a punto de comenzar el viaje y en un abrir y cerrar de ojos te situas arriba, observando a las personas que se hacen diminutas desde allí, te das cuenta de que estás solo, que tienes dos o tres personas que darían la cara por tí pero que todos aquellos que dicen ser tus amigos van con la boquita chica, también, después de un período acompañado, te vuelves a encontrar solo y eso te permite observar la vida desde otro punto de vista, eso te deja tiempo para pensar en tí, para recapacitar y dedicarte más a fondo ha aquellas cosas que tanto te gustan y las cuáles has tenido bastante tiempo abandonadas, vuelves a coger el bolí que tenías guardado en el cajón y empiezas a escribir como antes, vuelves a mirar fotos antiguas y a recordad cosas increíbles, se queman recuerdos y las cenizas se las lleva el viento, y te quedas con unas gansas increíbles de saborear las nubes, de tocar el cielo con las manos y sentir que estás volando pero chicho, tienes que tener los pies en el suelo porque como bien te he dicho antes "la vida da más vueltas que una noria" y manteniendo los pies en el suelo es la única forma que tienes de evitar la caída cuando la noria baje, de esa forma nada te puede preocupar, nadie te podra joder con comentarios iventandos sobre tu vida que solo hacen dar más publicidad hacia tu persona, y es que con más o menos brillo el niño ha vuelto, ese niño que sonreía por todo, aquel niño que se pasaba horas y horas con sus amigos sin importarle nada más, el mismo que pasaba noches sin dormir porque tenía ganas de escribir, el niño ha vuelto y con más ganas que nunca de vivir su vida.

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