Ya no...

Y, llegó el momento de sonreír, llego el momento de olvidar las cosas ya que el pasado tiene nombre, y como su nombre indica, él se basa en sucesos acaecidos antaño y por lo tanto son propiedad de una parte de nuestra vida que ya no volvemos a vivir, que más dará sentirse orgulloso o no de los elementos que hay dentro de él, que más dara arrepentirse o no de lo que se hizo en su día, da igual, sinceramente no tiene ni la más mínima importancia ya que es algo a lo que no podemos volver nunca, por lo tanto es algo que debe de caer en el olvido para tí y el resto de las personas. Cierto es que mucha gente te lo recordará día tras día, lo comentarán, lo adornarán a su antojo para hacerlo más cómodo a su vida, pero es tuyo, al igual que tu presente, y no hay que dejar que nadie te pueda hacer daño por comentarios ya que quien te quiere te querrá como eres ahora y como fuiste antes, no te pondrá pegas en ningún momento, no te dirá mi amigo me dijo... es más, se quedará a tu lado y te ayudará en lo que haga falta, se interesará por tí, pensará en tí el tiempo necesario y te ofrecerá su mano y su hombro sin necesidad de pedirlo. Asique ahora paraté y piensa, ¿Alguna vez rechazaste algo por el qué dirán? Pues quién no arriesga no gana y sinceramente en esta vida hay poco que perder, por eso es mejor jugar al máximo, hacer un all in en cada momento de tu vida y jugártelo todo sin tener nada, tirándote tan solo un farol, puede que consigas llevarte todo o puede que te quedes sin nada pero hay mucho que ganar y poco que perder. Y pensando, pensando es como te das cuenta de las cosas y como te fijas en lo que merece la pena, y si ayer pensaste en el que dirán, si hoy piensas en el que dirán, mañana volverás a pensar y así no se puede ir a ningún lado, por eso hoy pueden hablar y hablar, pueden aumentar sus comentarios, realizar más criticas, seguirán subiendo mi ego y manteniéndome en una autoestima más que buena, ya que, siento decir que a pesar de todo eso que hacen día a día para joder, aquí, a mí alrededor tengo gente de verdad, gente real que no pregunta el porqué del ayer, ni el de hoy o mañana, gente que vive conmigo el carpe diem, gente que día a día demuestra valer la pena y por cada comentario inventado, por cada palabra hacia a mí, se hacen más grandes e importantes, por lo tanto, seguir hablando.