sábado, 1 de enero de 2011

Y sí, la primera entrada del año de nuevo es por ella...

Y vas de una punta a la otra punta de tu ciudad solo para decirle un te quiero, sabes cuál va ser su respuesta, sabes lo que siente pero tú no puedes rendirte, vas confiado, con ganas, ilusionado porque por primera vez la vas a mirar a los ojos y le dirás lo que sientes, sí, vas a ser fuerte para decirle lo que sientes, vas a saber que corres un riesgo importante pero te da igual, allí estás, en el mismo sitio, la misma plazoleta y el mismo muro, ella sentada prácticamente al lado, dos personas os separan y la miras, la miras constantemente sin parar de hacerlo, la miras y miras al suelo como si el tuviera la respuesta a un amor loco, a un destino que se ha empeñado en que no podáis ser algo más que amigos pero luchas ante todo y contra todos, te da igual que ella esté allí planta esperando a que sea otro el que le de ese te quiero, no puedes rendirte y aunque al verla flojeas y no tienes fuerzas para decirle lo que sientes, toda esa ilusión y esa confianza que llevabas por el camino se te ha perdido en milésimas de segundos, ahora la realidad es otra, ahora se te ha borrado ese discurso que tenías preparado, la tienes frente a frente, a tu alrededor hay muchísimas personas pero tu sientes que solo esta ella, no ves ni oyes a nadie más, solo ves sus ojos y escuchaz su voz, tus piernas tiemblan muchísimo y tú, apenas puedes vocalizar, apenas puedes hablar, no sabes de donde sacas las palabras pero estás allí y tenías que echarle valor, dices las palabras, haces las cosas tal y como deben de ser, y obtienes la respuesta que pensabas que ivas a obtener, esa respuesta que llevas obteniendo durante muchísimo tiempo, una vez más parece que da igual. Vuelves al muro, te sientas, y empiezas a llorar, no sabes porque pero lloras, hoy había más ganas e ilusión que nunca, nadie me había dado esperanzas pero hoy pensaba que tenía una oportunidad, me equivoqué, fallé como tantas otras veces he fallado, y me quedé sentado en ese muro viendo como ella se marchaba mientras yo no podía hacer nada para evitarlo. Y tu, que eres fiel amigo has seguido esta historia desde el principio hasta ahora, no puedo decir hasta el final porque pienso que aún no debo de tirar la toalla, porque si se quiere algo hay que luchar y aunque ya después de poco más de un año, cueste trabajo creer que vas a conseguir algo, el sentimiento es tan fuerte que te empuja solo a luchar, hay que luchar por lo que se quiere, amigo mío, miramé, hoy visto mis sentimientos con la ropa de gala y le pongo corbata a mi corazón, hoy he tenido el valor suficiente para decirle a la cara un tequiero, para decirle que vivo enamorado de ella y que a pesar de que sé que es casi imposible tenerla, no me voy a rendir, porque la quiero...

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