El 50% de mi vida

Dicen que todos tenemos un alma gemela, una persona con la que solo hace falta una mirada para decirlo todo, alguien en quien poder confiar ciegamente, alguien a quien poder llamar aunque sean las 4 de la madrugada de un miércoles por que sabes que eso le da igual, que te va a cojer el teléfono y no va a colgar hasta que sueltes una sonrisa. Una persona que da la cara por tí, que demuestra que es un amigo, es la clara y perfecta definición de amistad y yo hace 1 año y 2 meses que conocí la amistad verdadera, conocí a una persona que andaba cabizbaja por la marcha de un amigo y desde ese día supe que esa persona tenía algo en especial...
Hoy en día, no me imagino la vida sin tí, sin nuestras cagadas, sin nuestras tonterías, no me imagino levantarme un día a las 7.30 y pensar que no te voy a ver en todo el día, no sería mi vida, no sería yo, te debo muchísimo y nunca te lo voy a poder pagar y si lo piensas bien en muy pocas ocasiones te digo lo importante que eres para mí, aunque lo sabes, aunque te lo demuestro en cada gesto, en cada hecho, en cada cagada o cada vez que la liamos juntos en clase, tu eres muy grande y lo sabes, sabes que mi vida sin tí no sería mi vida y pienso que hago falta en tu vida por que alguien tiene que ordenar esa cabeza de chorlito que tienes, por que no piensas tío, hay que admitir las cosas, no piensas jajaja.
Sinceramente, quería dejar atrás esas entradas románticas y tristes de mi blog, quería algo más informal, algo dedicado a él, por que si la vida me ha enseñado algo, ha sido que la amistad está por encima de todas las cosas, y que no hay cosa que valga más que tener un verdadero amigo y yo puedo decir que Pedro Manuel García Arévalo es mi mejor amigo, te quiero hermano.