miércoles, 17 de noviembre de 2010

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Afrontando los problemas, de una manera o de otra, pero al fin y al cabo, afrontandolos, así vivo día a día, intentando que nada me coja desprevenido y ser feliz. Quizás no esté en mi mejor momento pero aún así sigo esforzándome para dar lo mejor de mí, quiero a la gente que está a mi lado y soy feliz con lo poco que tengo, no necesito nada más que una tele y una tarde con mi mejor amigo para ser feliz. Salir a la calle, dar una vuelta y disfrutar de miles de momentos que se quedan guardados para siempre, un día de relax para no pensar en nada, hacer deporte, escuchar música, dormir... Sabes que al siguiente día vas afrontar la realidad otra vez, no quieres hacerlo pero no te queda otra, tienes que poner la cabeza ariiba y tirar hacia adelante, no te queda otra opción que sonreír ya que no merece la pena que los demás sepan tu estado de ánimo, sonries y haces como que todo va bien pero al llegar a tu casa vuelves a bajar la cabeza y una pequeña lágrima se escapa, esa lágrima que te delata y te hace ver que no estás bien, que por mucho que lo intentes no estás bien, que los problemas siguen ahí y no se marcharán por arte de magia, que tienes que ser fuerte. Pues bien, hoy sé que soy fuerte, que tendré mis momentos malos pero que sé subir las cuestas que la vida me va poniendo, que encuentro las respuestas a todas las preguntas y que poco a poco me voy haciendo mejor persona y más fuerte, llegará un día en el cuál, nada me cojerá de sorpresa y podré resolverlo en un instante hasta entonces seguire aquí, desahogandome a través del teclado, plasmando mis pensamientos y sentimiendos en un blog, el cuál, es leído por la mayoría de los que me odian y eso no hace más que demostrar lo estúpido que pueden llegar a ser, os estoy dando mis estados de ánimo escritos y aún así, no podéis conmigo, sinceramente creo que está llegando el día en el que nada me coja por sorpresa...

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