jueves, 25 de noviembre de 2010

Soledad...

¿Quieres que te haga feliz? Sólo dejate llevar, no pienses en nada, mantén tu mente en blanco mientras yo recorro con besos todas las partes de tu cuerpo. No soy nada especial, doy todo lo que tengo para hacer feliz a la persona que quiero y a veces no es suficiente. Me refugio en mi habitación con la compañía de un boli y un cuaderno para desahogarme, para sentirme mejor, para escribirte. Tu eres mi musa, una musa a la que la misma Afrodita le tendría envidia, vives en mi mente, habitas en ella todo el día y tu ser se expande hasta mis manos, desde ahí creo estos textos, no podría hacerlo de otra manera si no fuera pensando en tí, no hay mayor inspiración que una foto tuya, mayor satisfacción que recordar tus besos, tus caricias, tus abrazos. Todo se acaba, pero con ello empieza otra etapa de la vida que no tiene por que ser lejos de esa persona a la que tanto quieres, es más, segundas partes nunca fueron buenas pero también dicen que hay una excepción que confirma la regla ¿Ves? Sigo igual que siempre, me agarro a cualquier lugar para no caer, me aferro a un clavo ardiendo para seguir pensando en un mañana juntos. Solo quiero hacerte feliz y tu solo quieres ser feliz, por eso déjame hacerlo, déjame ser tu compañero de viaje, déjame vivir a tu lado, respirar tu aire y saborear tus besos, vivamos cada jornada como si mañana no hubiera luz del día, así podrás ser feliz, no te arrepientas de nada que hayas hecho por mi por que te devolveré cada gota de sudor provocada por tu esfuerzo, eres lo mejor que me puede pasar, eres lo más lindo de este lugar, la princesa más hermosa de todo el reino y tengo la suerte de tenerte conmigo, estás a mi lado, estás dentro de mí, tu eres la única que me comprende...

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